Trabajar en una agencia de marketing y comunicación puede ser una de las profesiones que se viva con más pasión y donde salen a relucir todo tipo de emociones. Pero sólo los que trabajan en una saben que los culpables de esta montaña rusa son los clientes.
En K-Digital tenemos la suerte de contar con los mejores clientes del mundo 🙄🙄, pero… entendemos que en otras agencias haya todo tipo de clientes con los que lidiar cada día y con los que tienes que callar antes de soltar un mail bomba o una llamada donde sólo falta morder.
En este post vamos a dar un repaso de esos clientes que suelen estar en las agencias de marketing. En otras agencias, porque en K-Digital son todos buenísimos. 🤥
El cliente que quiere todo para ayer
Nos ponemos en situación, viernes a las 12.45. Recibimos una llamada del cliente que nos dice:
- “Para este fin de semana por qué no sacáis 3 campañas de AdWords con 12 anuncios cada una”.
Siento comunicar a ese cliente que esa campaña con la que sueña va a tardar un poquito más en salir, porque ni quedándose toda la tarde del viernes y la mañana del sábado va a estar disponible.
- “Quiero añadir un blog en mi página web, ¿me podéis escribir 5 posts de 1.000 palabras?
Te lo haremos encantado, añadiremos las keywords necesarias, prepararemos el Title y la Metadescription para ayudar al posicionamiento, pero también siento comunicarte que no lo voy a poder hacer en 3 horas.
El cliente que piensa que somos un servicio 24 horas
Nos apasiona nuestro trabajo, de hecho, si nos tenemos que quedar más tiempo no nos importa porque sabemos que va a salir un gran trabajo. Pero me parece que si me llamas a las 22.00 horas seguramente me pilles cenando.
Como agencia de marketing y expertos en tener ideas buenísimas te aconsejamos que, si eres uno de esos clientes, cojas un cuaderno y anotes lo que nos quieres comentar, por la mañana estaremos encantados de escucharte y ponernos manos a la obra.
¿No se les puede cobrar una multa a los clientes que llamen a horas intempestivas?
El cliente que pasa de ti
Nos gusta tener todo bien organizado, que esté todo listo cuando tiene que estar. Por eso te sientas a trabajar, te remangas y le mandas un mail al cliente con el que tienes que cerrar algunas cosas sin importancia (para él), pero que si no te responde no puedes avanzar.
Paso 1
Le mandas un mail pidiéndole accesos y datos de la empresa para empezar con el trabajo. Pero no recibes respuesta.
Paso 2
Mientras esperas te pones con otro cliente, al rato decides escribirle un Whatsapp que eso seguro que lo ve, además está en línea. Pero no recibes respuesta.
Paso 3
Le llamo es mucho más rápido y total sólo es pedirle un par de cosas no le voy a molestar mucho. Pero no te lo coge.
Este tipo de clientes tienen un bonito detalle y es que suelen ser puntuales a la hora de pagar a final de mes. Pero, por favor, hazme un poco de caso que me encanta que me dejen trabajar y hacer mi trabajo sin una persona 24 horas encima, pero de vez en cuando pasa a saludar aunque sea.
El cliente que no tiene ni idea
Por mucho que le expliques los cambios de estrategias o modificaciones en la web, este pobre cliente va a seguir sin enterarse realmente de lo que estás haciendo.
Primero hablas con él pensando que te va a entender, tampoco es tan complicado.
“Hemos creado una Landing Page donde hemos añadido un Slider con su CTA, utilizando la keyword para conseguir un mayor número de Leads. Además, en el Footer también va a aparecer el número de teléfono”
Su cerebro empieza a cortocircuitar y su respuesta llega a descolocarte tanto que te hace dudar de si es eso exactamente lo que has querido hacer.
“Ah genial, si, si. ¿Pero entonces con la Landing Page esa la gente puede llamar no?”
El cliente tiene muy claro lo que quiere y tu le vuelves a explicar lo que has hecho de una forma más sutil.
“Hemos creado una página específica de tu producto para que los visitantes compren pinchando en un botón. Para eso hemos usado una frase ‘chula’. También hemos puesto tu teléfono en la parte de debajo de la página web para que puedan llamar”.
Creo que de esta forma es mucho más sencillo entenderlo, de hecho, así se lo explico a mi sobrino de 7 años y todo le encaja. Pues la respuesta del cliente es la siguiente:
“Vale, ya entiendo. Pero, ¿llaman entonces no?” 💣🤯
En este momento es cuando la conversación acaba y tu le contestas con un “si si, por supuesto”.
El cliente sabelotodo
Una agencia va teniendo ya una experiencia y va oliéndose el cliente que se le acerca. No os pongáis nerviosos cuando llega ese que primero te pide que le cuentes qué vais a hacer, cuál va a ser la estrategia que se va a seguir y demás, es normal que quiera estar al tanto de todo.
El problema llega cuando se lo explicas todo y te empieza a corregirte todo con palabras técnicas, una persona que confunde keywords con landing.
Hago un llamamiento a ese tipo de clientes y les pido que nos deje trabajar, porque somos profesionales y, aunque se lo agradezca mucho, no necesitamos sus consejos.
El cliente que exige resultados sin invertir nada
Sabemos que en K-Digital somos muy buenos, somos capaces de hacer cosas increíbles. Pero lo que no podemos hacer es darte los mejores resultados si no pones de tu parte y cuando decimos de tu parte, queremos decir de tu bolsillo.
¿Quieres saber qué es lo peor de estos tipos de clientes? Que además de exigir resultados, suele ser la fusión con el cliente de lo quiero todo para ayer. Y todo esto yendo de tieso sin poner un duro.
No sé…una campañita pequeña en Facebook Ads o en Google Adss, promocionar un post en Facebook o en Instagram, algo.
El cliente que se hace el loco y no paga
Sorprendentemente hay clientes que piensan que nuestro tiempo y nuestro trabajo lo hacemos por amor al arte; que amamos lo que hacemos, eso seguro, y que es arte, en K-Digital todos nuestros trabajos, pero cobramos por ello.
Hay algún que otro cliente que se le olvida soltar la pasta a final de mes y eso para una agencia es un problema, básicamente porque hay trabajadores a quienes les gusta cobrar. Entonces le envías la factura a ese cliente y no paga.
Le mandas un correo avisando que le has pasado la factura, pero no paga. Oye, que a lo mejor está muy liado y no ha podido verlo y no sabe que estamos a día 3 del mes.
Hay confianza, le escribes un whatsapp explicando que tiene un correo y que antes le habías mandado la factura, y no paga.
Es posible que, aunque esté en línea y los ticks se hayan vuelto azules no lo haya visto, entonces le llamas por teléfono, y no lo coge, por tanto, no paga.
Pero no desistas en algún momento tiene que pagar, por eso llamas desde todos los móviles que encuentres a mano, seguro que baja la guardia y alguno de los 30 móviles de trabajadores, familiares y amigos lo cogerá o no.
Si aún así sigue sin pagar no te preocupes, a estos clientes les cuesta soltar, pero como mosquitos hacia la luz, cuando necesite un cambio en la web ni se acordará que no ha pagado y te llamará exigiendo esos cambios. ¡Ahora es tu momento, saca la bestia que tienes dentro y pide lo que es tuyo!, si es necesario toma su página web como rehén, pero que no se rían de tu trabajo.
El cliente que todos deseamos
El cliente perfecto existe. Creo que pasa una vez cada 75 años como el cometa Halley, pero no hay que perder la esperanza.
Me refiero a ese cliente que te dice “por el presupuesto no te preocupes, vosotros haced lo que tengáis que hacer”. A ese cliente sólo le puedo decir una cosa, ¡TE AMO! 😍
No te molesta por chorradas, te coge el teléfono a la primera, le pidas lo que le pidas te va a decir que si, le gusta todo lo que haces y encima te da las gracias por el trabajo.
Creo que se me están poniendo los vellos de punta sólo con imaginármelo.
Como dije al comienzo del post, este último tipo de cliente es el que tenemos en K-Digital. Porque todos son maravillosos. 🙄 Lo siento por esas agencias de marketing que sufren con los demás, pero no todas pueden tener la suerte que tenemos en K-Digital donde hacemos lo que nos gusta y nuestros clientes nos lo permiten.